La fundación de Granja de Torrehermosa se sitúa en el Siglo XV, atribuyéndose su origen a un establecimiento erigido por ciertos caballeros de Azuaga, sobre una quinta o granja de recreo que poseían en el mismo lugar donde hoy se alza la población, y de la que, según la tradición, deriva el topónimo del enclave.
El lugar adquirió categoría de villa en 1565.
Conoció a lo largo del Siglo XIX un notable y constante incremento en el número de sus habitantes. Aunque a finales del siglo XVIII no había logrado recuperar el nivel poblacional que conoció en el Siglo XVI, la entrada de la nueva centuria fue muy favorable a efectos demográficos.
En sesenta años, entre 1829 y 1887, duplicó su población. Este proceso ininterrumpido de crecimiento hizo que al finalizar el siglo XIX su población se acercara a los 5.000 habitantes.
La existencia de una numerosa mano de obra y lo concentrado de la renta agraria determinó un panorama social crecientemente conflictivo. El paro forzoso de una gran masa de jornaleros fue un elemento constante de la localidad. Además, la explotación de algunos yacimientos mineros originó la aparición de un proletariado con cierto grado de concienciación.
El estudio de la evolución de la población de Granja de Torrehermosa a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, demuestra que ha sufrido una importantísima pérdida, sobre todo en el último cuarto de siglo en la que la cifra disminuye hasta suponer el 51,65% de la población que había en 1950, año en el que se llegó a 7.963 habitantes.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Granja de Torrehermosa cuenta con 1.977 habitantes en el año 2.020, cifra con la que podemos comprobar la enorme incidencia del proceso de despoblación que ha sufrido nuestra localidad.